Cultura y tradición

Pirineo aragonés: las delicias gastronómicas que debes probar

Descubre cuáles son los platos más deliciosos de la gastronomía del Pirineo aragonés para reponer fuerzas después de hacer senderismo o una ruta ecuestre.

Chiretas_de_Melsa

Ubicado en la provincia de Huesca, en Aragón, cerca de la frontera con Francia, el Pirineo Aragonés es un paraje único, ideal para los viajeros que deseen disfrutar de paisajes impresionantes y actividades al aire libre como el senderismo o el turismo ecuestre. Sin embargo, este lugar ofrece también una rica y variada gastronomía que refleja su historia y sus tradiciones.

En Anima Equi sabemos que la cocina aragonesa es el mejor complemento de nuestras rutas a caballo. Después de una ruta de turismo ecuestre, no hay mejor manera de reponer fuerzas que con la comida mediterránea de alta montaña. En el Valle de Benasque tenemos una carne excelente, sabrosos vinos, embutidos y platos que harán las delicias de los viajeros en busca de unas vacaciones distintas que aúnen naturaleza y equitación. Estas son algunas de las recetas imprescindibles de nuestra gastronomía.

Recetas de los antiguos pastores del Pirineo

El recao es un potaje tradicional de Binéfar (Huesca) que antiguamente se comía en el Valle a diario. Se distingue de los cocidos de otras regiones por sus ingredientes puramente vegetales: no incluye chorizo ni carne, sino que se cocina a base de judías blancas, patatas y arroz, aderezados con un poco de cebolla y ajo. El conjunto se completa con pimentón y laurel, que agregan sabor al caldo y dan lugar a un plato muy sabroso.

Las chiretas son un plato muy típico y casi exclusivo del Pirineo aragonés, ejemplo de aprovechamiento integral del cordero. Son rodajas fritas a base de arroz, carne picada de cordero (como mollejas, pulmón o corazón), ajo, perejil y especias. De origen humilde, hoy en día son consideradas una delicatessen de la zona de La Ribagorza y Somontano, esta última famosa también por su vino Denominación de Origen, típico de esta zona, cuya gran calidad lo convierte en el acompañamiento ideal para estos platos.

Las migas del pastor son un plato humilde pero lleno de sabor, originario de los pastores que recorrían las montañas del Pirineo aragonés. Se elaboran a base de pan duro desmenuzado, ajo y aceite de oliva. A menudo se enriquecen con ingredientes como chorizo, longaniza, tocino o morcilla, y se acompañan con uvas o huevo frito. Este plato energético es ideal para reponer energías tras una ruta a caballo por la naturaleza o un paseo en poni por nuestras pistas.

Chiretas de Melsa (fotografía: El Mono Español)
Chiretas de Melsa (fotografía: El Mono Español)
Después de una ruta de turismo ecuestre, no hay mejor manera de reponer fuerzas que con la comida mediterránea de alta montaña.

Carne de primera calidad en Huesca

El ternasco de Aragón es uno de los platos más representativos de la región. Se trata de cordero lechal, alimentado con leche materna y cereales seleccionados, lo que le confiere una carne tierna y sabrosa. Tradicionalmente, se prepara asado al horno, aunque también se puede encontrar a la brasa o guisado. Este plato es un emblema de la cocina aragonesa y destaca por su sabor inigualable. La ternera del Valle de Benasque es también una carne deliciosa y de excelente calidad.

Otro plato delicioso es el civet de jabalí, un guiso cuyo origen se remonta a la Edad Media, y se elabora con carne de caza, vino tinto y cebolla. Por último, no podemos olvidar la longaniza de Graus, un embutido que se elabora con los mejores cortes de carne de cerdo y se come de las más diversas maneras: asado o frito, en bocatas, con patatas fritas, sobre tortas o cocas de pan, en lentejas y guisos de todo tipo. Para rebañar las salsa de estos platos tan exquisitos no podemos olvidar el pan artesano, como el que elabora en el Valle la panadería de Farré de l’Aigua de Noales.

La gastronomía del Pirineo Aragonés es un reflejo de su rica historia y tradición.

Postres típicos, el broche dulce de una buena comida

Después de una buena comida, nada mejor que rematarla con un toque dulce. La gastronomía aragonesa cuenta con algunos postres deliciosos como los crespillos de borraja, elaborados a partir de una verdura local, la borraja, cuyas hojas se rebozan en una masa ligera, se fríen hasta que están crujientes y se sirven espolvoreadas con azúcar.

El empanadico de calabaza nació en Huesca como método de aprovechamiento en las panaderías, que para elaborarlo utilizaban la masa de pan sobrante mezclada con un poco de aceite y la rellenaban de calabaza dulce. A veces también se usan manzanas para el relleno o, en su versión salada, espinacas acompañadas de piñones y pasas.

Otro dulce tradicional es la trenza de Almudévar, una pieza de bollería hojaldrada con mantequilla, rellena con una yema especial, nueces, almendras y pasas maceradas en ron. Se cocina a diario, fresca y tierna, y su masa se recubre con azúcar glas para darle brillo y sabor.

Gastronomía y turismo ecuestre: el cóctel perfecto

Disfrutar de la gastronomía aragonesa es una experiencia que marida a la perfección con el turismo ecuestre en el entorno natural del Pirineo. Tras una jornada explorando bellos paisajes a caballo, degustar estos platos típicos hace aún más auténtica cualquier escapada rural. Por eso, en los cursos y rutas ecuestres de Anima Equi os damos a conocer la cultura y la cocina local, convirtiendo vuestras vacaciones en una experiencia inolvidable. Además, la ruta Pirineo Gourmet de Anima Equi es el plan ideal para los amantes de la buena cocina y los caballos.

La gastronomía del Pirineo Aragonés es un reflejo de su rica historia y tradición. Platos como las migas del pastor, las chiretas o los crespillos de borraja narran el pasado de estas montañas y ofrecen una variedad de sabores que deleitará a los paladares más exigentes. ¡Sumérgete en la tradición cultural del Pirineo con nuestros planes de aventura!

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