Técnicas de equitación en zonas de alta montaña
Estrategias clave para montar a caballo y realizar rutas de varios días de manera eficaz en terrenos montañosos.

Para facilitar la preparación de este tipo de aventuras, en el siguiente artículo exploramos algunas estrategias clave para montar a caballo y realizar rutas de varios días de manera eficaz en terrenos montañosos.
Primer paso: la elección del caballo
Una de las características principales con las que debe contar un caballo de turismo ecuestre es tener la cabeza centrada y buen carácter. Conviene que les guste la vida en el campo, es decir, que se deje herrar, preparar y poder realizar ejercicios pie tierra. Debe tener facilidad para adaptarse a los cambios, ya que en una ruta a caballo no siempre podemos tener condiciones óptimas de comodidad en materia de alojamiento, alimentación o climatología. Además, deben tener una impulsión natural, con un paso largo y aires poco elevados.
Por supuesto, el caballo debe tener buen estado de salud y estar en buena forma física. Es necesario que tenga resistencia y esté musculado, pues cargará con equipos durante muchas horas al día y en situaciones climatológicas muy cambiantes. No todas las razas de caballo responden de la misma manera a las rutas ecuestres. En Anima Equi, trabajamos con caballos de pura raza española (PRE) y cruzados. Esta variedad se caracteriza por su morfología equilibrada que, unida a su temperamento noble y dócil, lo hacen especialmente apto para enfrentar los desafíos de la alta montaña. Además, su agilidad y resistencia le permiten adaptarse a terrenos irregulares y exigentes.
Nuestros caballos viven siempre en prados abiertos en estado de semilibertad, en contacto constante con la naturaleza. Esto no solo potencia su resistencia física, sino que también refuerza su temperamento sereno, convirtiéndolos en compañeros muy seguros incluso en las rutas más desafiantes. Además de amistosos, son fiables y resistentes y tienen una gran capacidad para desplazarse por terrenos complicados, ya que están acostumbrados a atravesar montañas, sortear terrenos difíciles y cruzar ríos.

Entrenamiento específico para montaña
Es importante que se trabaje una relación de confianza entre el caballo y el jinete o amazona, ya que en exterior se dan situaciones de riesgo y ambos tienen que poder confiar el uno con el otro. Si en la ruta ecuestre van otros caballos y todos ellos están adaptados a una vida social en manada, esto facilita mucho su manejo.
En nuestras rutas de montaña a caballo atravesamos diferentes pisos altitudinales y a menudo debemos afrontar pendientes empinadas. Para que el caballo pueda asumir este reto sin dificultad, es aconsejable proporcionarle un entrenamiento progresivo que incluya:
- Trabajo en pendientes suaves: Acostumbrar al caballo a subir y bajar colinas mejora su equilibrio y fortaleza.
- Técnicas de paso controlado: Enseñar al caballo a mantener un paso seguro en terrenos inestables.
- Desensibilización: Exponerlo a diferentes tipos de terrenos, sonidos y obstáculos para mejorar su confianza y capacidad de reacción.
Equitación del caballo en terrenos variados
En las rutas por alta montaña que requieren de un nivel de equitación avanzado, el jinete y el caballo pueden enfrentarse a retos variados como las subidas y bajadas por terrenos empinados, cruces de ríos y arroyos, o terrenos inestables que pueden incluir fango o piedras. En esas situaciones resulta fundamental que el jinete ponga en práctica diferentes técnicas que faciliten el recorrido a su montura. Es recomendable que el jinete/ amazona domine los tres aires en el exterior: paso, trote y galope.
En las subidas empinadas a caballo, es importante que mantengamos un paso constante y equilibrado. Al ascender una pendiente, siempre utilizaremos un desnivel del terreno o una roca para subir al caballo desde un punto más elevado. Los caballos nos lo agradecerán al no tener que forzar el paso de cincha. Cuando cabalgamos por pendientes, en las subidas colocaremos el cuerpo hacia adelante para liberar peso de la grupa y en las bajadas, hacia atrás. La posición del torso superior del jinete y la amazona debe adaptarse a la pendiente del terreno. Es decir, siempre buscaremos la perpendicularidad del cuerpo.
El papel del jinete o amazona: postura y comunicación
Durante las rutas a caballo por alta montaña, el jinete debe poseer un control fino de su equilibrio y ser capaz de interpretar las reacciones del caballo. El uso de ayudas sutiles (piernas, peso y riendas) permite una comunicación clara y efectiva. Además, la anticipación a los cambios en el terreno es clave para ajustar la estrategia de monta.
Los caballos de turismo ecuestre deben estar habituados a que les lleven las riendas a una o dos manos. Llevaremos las riendas largas ya que, al tratarse de jornadas a caballo de mucha duración, tenemos que permitir que el caballo pueda estirar la cabeza. En algunos pasos más complicados permitiremos que el caballo pueda bajar aún más la cabeza, para que calcule dónde tiene que poner las extremidades, pero sin perder el contacto. Mantener un contacto ligero con las riendas y no forzar la marcha abruptamente ayuda a prevenir accidentes.
En Anima Equi la doma de nuestros caballos PRE y cruzados tiene como objetivo desarrollar caballos ágiles, atentos y tranquilos, para que puedan responder con precisión y soltura a las indicaciones del jinete. Además, utilizamos bridas inglesas y hackamore. Estas garantizan un contacto delicado y efectivo para la seguridad en alta montaña, que respeta al caballo y ofrece confort al jinete o amazona durante las rutas. También tenemos monturas de marcha inglesas cómodas para el caballo y los jinetes/amazonas, que permiten llevar alforjas y que el peso vaya bien repartido. Por último, en la equitación de exterior también hay que entrenar el trabajo pie a tierra, ya que en los terrenos de máxima pendiente o dificultad, a menudo lo mejor es bajar del caballo para cruzarlos con seguridad.
Para recordar: cuidados básicos y climatología
Debemos tener siempre presente que en las rutas ecuestres largas, y especialmente si son en terrenos de alta montaña, un caballo consume más energía que en los terrenos llanos. Por eso, es necesario que programemos pausas frecuentes durante el recorrido, proporcionemos agua limpia a nuestro caballo y le demos una alimentación rica en fibras y energéticos para mantener su resistencia.
Por último, no olvidemos que en la montaña el clima puede cambiar con mucha rapidez. Es importante consultar el pronóstico meteorológico antes de cada ruta ecuestre y llevar un equipamiento adecuado para cualquier previsión. Asimismo, conviene incluir en nuestras alforjas un botiquín de primeros auxilios, un equipo básico de herraje, un botiquín veterinario, un kit de seguridad vial, un equipo de comunicaciones, material de pernoctación, un serrucho y una navaja de seguridad, por si el caballo se enreda con el ramal (cuerda) y sus extremidades. Todo esto ayudará a que nuestra ruta sea más fácil.